Es común estar celoso de una pareja. Es más, creo que hasta cierto punto no es malo, justamente porque de esa manera estamos demostrando cierto grados de interés en la otra persona.
Sin embargo, hay un punto en el cual lo celos se tornan insoportables y son capaces de saturar una relación hasta el punto de deshacerla. ¿De qué nos sirven tantos celos? ¿Son los celos una inseguridad nuestra? Trataré de contestas éstas y otras preguntas en este artículo.
Primero, hay que tener en cuenta que los celos son construcciones mentales propias y que en muchos casos no están fundamentadas. Es más, me arriesgaría a decir que en la mayoría de los casos no están fundamentados, y se generan por la inseguridad de quien está celoso.
Cuando nos ponemos celosos de una mujer, es porque estamos inseguros de algo. Puede ser que nos sintamos inseguros de nosotros mismos o que pensemos que ella no está tan enganchada con nosotros. Muchas personas siempre piensan en negativo y sienten que cuando el otro no está con nosotros no nos extrañana. En muchos casos nos encantaría saber qué es lo que les pasa por la cabeza y qué piensan y sienten sobre nosotros, además de lo que nos pueden llegar a decir.
Hay que caer en la realidad que la mente todavía no se puede leer, y que nos tenemos que quedar con lo que nos dicen y con lo que hacen por nosotros (en realidad, mucho más importante acordarse de lo que hacen). También hay que tener en cuenta que nunca vamos a tener el control total sobre el pensamiento de alguien, y aceptar que los celos pueden arruinar todo.
Los celos tienen un punto máximo aproximado de tolerancia que todos compartimos y aceptamos. Más allá de eso, puede ser insoportable, y cuán soportable sea dependerá de la persona que esté con nosotros. Algunas ni si quiera toleran una escena, mientras que otras lo ven más normal.
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